martes, 19 de diciembre de 2017

Retablos Ayacuchanos


+Retablos Ayacuchanos


Los retablos ayacuchanos tienen su origen en la época de la colonia cuando los sacerdotes españoles en proceso de evangelización viajaban por todos los pueblos de la sierra peruana, llevando con ellos cajas articuladas con imágenes de varios santos católicos para que estos sean reconocidos por los pobladores. Estas se llamaban cajas de San Marcos y fueron tomadas de referencia por los artesanos para la realización de los retablos.
Durante la década de 1940, se inicia la creación de estas piezas de arte, usando como referencia las cajas de San Marcos para diseñar escenas con temáticas distintas relacionadas con motivos costumbristas, como corridas de toros peleas de gallos, fiestas y danzas tradicionales, escenas rurales y labores agrícolas. Los artesanos del pueblo de Ayacucho adaptan los nuevos cajones y los hacen propios, cambiándoles el nombre a retablos.
Como decía el poeta y escritor peruano César Vallejo, el arte viene del pueblo y se dirige hacia él. Bastaría con solo admirar su paciencia y minuciosidad para entender que no son solo retablistas sino verdaderos contadores de historias. Es en el pueblo de Quinua donde se puede visitar los talleres artesanales y apreciar la técnica que sus artesanos han conservado a través del tiempo.
En Ayacucho, Quinua es considerado un destino artístico que enamora y maravilla a sus visitantes con sus especiales y hermosos retablos, motivo por el cual muchos turistas asisten continuamente a los talleres y viven experiencias únicas. Quinua está situado a 32 km de Ayacucho y se llega con una carretera asfaltada en perfectas condiciones que se abren paso para conocer sus encantos.
Retablos ayacuchanos navideños
Apreciar el arte de los lugareños de Quinua es realmente un privilegio, sin embargo, no solo se encuentran talentosos artesanos sino es preciso destacar que sus calles empedradas y techos de tejas enamoran a cualquiera. La peculiar forma de trabajo que emplean sus artistas se caracteriza por ser muy decorativo y llamativo, valor agregado que los visitantes pueden apreciar en sus talleres y se ve reflejado en sus retablos.
Actualmente los retablos ayacuchanos son cajas rectangulares hechas en su mayoría de cedro porque generan un mejor acabado en cada pieza. Las cajas son diseñadas con una vista colorida de doble puerta con unas tiras de cuero entre ellas. El exterior de las cajas está decorado con flores llenas de color y en el interior imágenes con temáticas costumbristas del Perú.
Los principales temas que se representan en los retablos ayacuchanos son la crucifixión de Jesucristo durante Semana Santa, la Navidad y el nacimiento de Jesús. En el último existen diseños desde María, José y Jesús hasta la escena del nacimiento en su totalidad, incluyendo a los reyes magos y los animales.
En cada pieza se puede observar el profesionalismo y acabado sumamente delicado en las facciones de los personajes. Una de las peculiaridades de cada nacimiento es que los personajes cuentan con un estilo andino, representando la Navidad andina, lo que los convierte en artesanías solicitadas por decenas de turistas nacionales e internacionales.
La demanda de los retablos empezó a crecer y se ha convertido en un motivo de incremento en el sector turismo por la gran venta que tienen y la exportación de los mismos para distintas partes del mundo. Al mismo tiempo, maestros artesanos exponen sus piezas en ferias internacionales, lo cual hace que estas artesanías sean reconocidas en todo el planeta.
Hoy en día, la construcción de los retablos se sigue realizando en los talleres artesanales de cada creador trasmitiendo los secretos de este arte de padres a hijos, tíos a sobrinos, del hermano mayor al menor, siempre manteniéndose como una tradición familiar. Esto genera que los acabados de cada pieza no pierdan su estilo costumbrista y tradicional que los convierte en únicos.

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